El ministro ofreció convertir las UPC ubicadas en zonas conflictivas en cuarteles intermedios con un aproximado de 300 policías.

Desde la desaparición y muerte de la abogada María Belén Bernal dentro de una escuela superior de Policía, la fuga del teniente Germán Cáceres, principal sospechoso del hecho, y la remoción del entonces ministro del Interior, Patricio Carrillo, el Gobierno ha buscado diferentes vías para recuperar la institucionalidad y respeto de la Policía.
A todo esto se suman la violencia en las cárceles, el aumento de muertes en zonas identificadas como peligrosas y la falta de equipamiento de los policías. Juan Zapata, exdirector del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) y nuevo ministro del Interior, desde el 26 de septiembre, ha ofrecido devolver la confianza en la Policía con resultados.
En los próximos quince días presentará un primer informe, aunque a su juicio, no solo es trabajo de la Policía, sino del sistema que permita una mayor y más efectiva depuración y del presupuesto para contar con el equipamiento de la institución encargada de la seguridad nacional.